La utilización de aceites esenciales posee grandes beneficios para el bienestar, ya que influye en numerosos aspectos, inclusive en el buen humor, y la positividad.
En que consiste la aromaterapia
Es un tratamiento alternativo que emplea aceites esenciales, o líquidos aromáticos de plantas, cortezas, hierbas y flores. Los mismos se frotan en la piel, se inhalan, se ingieren o se añaden al baño con el fin de promover el bienestar físico y psicológico.
Se pueden usar en combinación con masajes y otras técnicas terapéuticas como parte de un enfoque holístico de tratamiento.
El uso terapéutico de aceites esenciales no reemplaza de ninguna manera a la medicina tradicional, sino que la acompaña, en virtud que llega a la raíz emocional.
La aromaterapia médica, considerada como el estudio de la farmacología y la química de los aceites esenciales, es de reciente data, y cuenta cada día con mayor cantidad de adeptos. Países como Francia y el Reino Unido la han incorporado en sus sistemas de salud.
El primero en acuñar el término aromaterapia fue el ingeniero químico francés Rene Maurice Gattefossé, en 1918. Mientras investigaba la acción antiséptica de los aceites esenciales accidentalmente se quemó su mano y procedió a tratarse la lesión con aceite esencial de lavanda, comprobando que la curación de su herida sucedía de manera más rápida que lo habitual. Durante su investigación Gattefosé pudo corroborar la importancia de dichos aceites para la circulación sanguínea, y el modo en que influyen sobre el metabolismo.
La utilización de aceites esenciales en la historia
En uno de los antiguos manuales de medicina, del año 2OOO A. de C., el emperador chino Kiwang-Ti describía las propiedades curativas del ruibarbo y la granada. Aún antes, los jeroglíficos cuentan que los egipcios usaban plantas medicinales en el proceso de momificación, y sus sacerdotes prescribían mirra como antiinflamatorio. Se lo utilizaba también para deleite del olfato y para agradar a los dioses.
El primer aromaterapeuta de la historia fue el griego Teofrasto, que realizó un tratado denominado: “Relativo a los olores”, en el cual analizaba los efectos de los distintos aromas en el pensamiento, el sentimiento y la salud.
En la Grecia antigua, médicos como Hipócrates y Galeno empleaban hierbas aromáticas y aceites esenciales para tratar a sus pacientes.
En la Europa medieval, las hierbas y aceites solían utilizarse para combatir enfermedades, y en la época del Renacimiento, la Reina Isabel I de Inglaterra apoyó su uso.
Beneficios de la aromaterapia
Posee propiedades analgésicas, antibióticas, antisépticas, astringentes, sedantes, expectorantes y diuréticas.
Puede tratar una amplia gama de síntomas, como los malestares gastrointestinales, condiciones relacionadas con el estrés, trastornos del estado de ánimo, problemas circulatorios y respiratorios, entre otros.
Además de estos beneficios físicos, la aromaterapia también ofrece beneficios psicológicos, ya que la volatilidad de algunos aceites poseen un efecto calmante que facilita la relajación.
Cómo se aplica la aromaterapia
Inhalación
El método más básico para la administración de la aromaterapia, ya sea de forma directa o indirecta es mediante la inhalación de los aceites esenciales. Varias gotas de un aceite esencial se pueden aplicar en un pañuelo para inhalar suavemente. Una pequeña cantidad de aceite puede añadirse a una taza de agua caliente y utilizarse como un tratamiento de vapor. Esta técnica generalmente se aconseja para el tratamiento respiratorio.
Masaje
Cuando los aceites esenciales se aplican mediante masajes, previamente se deben diluir en una loción, o aceite vegetal para evitar reacciones alérgicas. En términos generales, se diluye un 2 al 10% del aceite esencial en la loción. Dicho porcentaje puede variar según el tipo de aceite
Baño aromático
Es el más sencillo de utilizar. El baño con aceites esenciales tiene un efecto de relajación. Se recomienda que el agua esté tibia para evitar que el aceite se evapore rápidamente.
Propiedades de los aceites esenciales
Aceite esencial de Árbol del té: Antimicrobiano. Ayuda a la cicatrización y las infecciones. Potencia el sistema autoinmune.
Aceite esencial de Bergamota: Es refrescante, energético y revitalizador. Restablece el apetito. Alivia la depresión y la ansiedad.
Aceite esencial de Canela: Es antiséptico y digestivo.
Aceite esencial de Ciprés Purificador y vigorizante. Alivia los síntomas de la menopausia, las alergias y el estrés.
Aceite esencial de Eucalipto: Descongestiona . Estimula las defensas del organismo.
Aceite esencial de Geranio Es un gran estimulante y equilibrante. Alivia los síntomas premenstruales y la depresión.
Aceite esencial de Jengibre: Da calor, favorece la circulación, tiene propiedades relajantes. Ayuda a prevenir y aliviar los mareos y las náuseas del viaje. Estimula al sistema inmunológico contra los resfriados, alivia el sistema digestivo y mejora la circulación.
Aceite esencial de Hisopo: Descongestivo. Se lo utiliza para aliviar problemas respiratorios y dolores de cabeza.
Aceite esencial de Lavanda Relaja, purifica y armoniza. Regula la hipertensión arterial, Alivia el dolor de cabeza debido al estrés y el producido por picaduras de insectos y quemaduras.
Aceite esencial de Limón Tiene propiedades purificantes, refrescantes y estimulantes. Reduce el cansancio mental. Estimula la concentración y mejora la circulación.
Aceite esencial de Manzanilla: Refresca y relaja.
Aceite esencial de Menta: Descongestiva y antiséptica. Relaja los músculos del estómago. Es eficaz para el tratamiento de los síntomas de la gripe..