Piriápolis, en Uruguay, es una ciudad mística, con vibraciones positivas, y una energía especial que conecta a las personas con el cosmos.
por Mauna Loa
Piriápolis se encuentra a unos 40 km de Punta del Este y a 100 km de Montevideo.
Un visionario, experto en negocios inmobiliarios de nacionalidad uruguaya, Fancisco Piria, fundó Piriápolis en 1890.
Piria pasó su infancia en Europa. Tuvo la fortuna de viajar por el viejo continente.
En la adultez regreso a su país. El objetivo de su retorno estaba marcado por un objetivo muy ambicioso, recrear el espíritu de la Belle Époque, que tanto lo había impactado.
Luego de recorrer la costa uruguaya, encontró un lugar muy especial que lo atrajo por su belleza natural y su energía.
Ese sitio se encontraba entre la costa y los cerros San Antonio, Del toro, y Pan de Azúcar, entre otros.
Francisco Piria compró 2.700 hectáreas en la costa uruguaya que incluían cerros y playas para comenzar a construir su sueño: Piriápolis.
En principio utilizó esas tierras para el cultivo de vid, tabaco y olivares, luego, lentamente fue transformando parte de su geografía en una Ciudad.
Piria, además de emprendedor, era un alquimista. De hecho, el diseño de la ciudad incluye símbolos propios de la alquimia que le otorgan un aura mística. Los mismos se pueden apreciar en varias de sus construcciones.
Se asevera que los fuertes campos energéticos del lugar son lo que motivaron a su fundador a realizar la inversión.
Los geobiólogos sostienen que el Cerro San Antonio, a diez minutos del centro, late a 23.000 Unidades Bovis; una gran cantidad, tomando en cuenta que un cuerpo sano vibra a un promedio de 8.500 UB.
UB es la sigla que identifica a la Unidad Bovis, Dicha unidad mide las radiaciones que emanan el planeta y todos los cuerpos.
La Sierra de las Ánimas, ubicada en los departamentos de Lavalleja y Maldonado, muy próximo al límite con Canelones, rompe con todos los récords, registrando un mínimo de 80.000 UB .
Conocer Piriápolis significa adentrarse en su historia, símbolos, tradiciones y la riqueza de un pasado que le otorga una identidad que trasciende el presente.
Piriápolis cuenta con importantes edificaciones. Una magnifica rambla costanera, réplica de la Biarritz francesa, el emblemático Argentino Hotel , que por mucho tiempo fue el más grande de América del Sur y el enigmático Castillo de Francisco Piria.
Sus playas se ubican a lo largo de 25 kilómetros de costa, desde el arroyo Solís hasta Punta Negra.
Arenas blancas y olas de mar, reciben cada verano a miles de turistas de todo el mundo.
Si el visitante busca lugares atractivos e irresistibles las opciones son: Playa Grande, Playa Verde, Playa Hermosa, Las Flores y Bella Vista.
En Piriápolis, hay de todo y para todos.
Las alternativas en materia de diversión son amplias y para todos los gustos:
El turista puede disfrutar de parques, deportes acuáticos, aerosillas, circuitos para senderismo, rappel y cabalgatas.
Los aficionados a la pesca deportiva encuentran en Piriápolis un lugar ideal.
El balneario, además del puerto local y sus escolleras, cuentan con puntos específicos para la pesca de corvina y pejerrey, como Punta Fría, Punta Colorada y Punta Negra.
La primer ciudad balnearia de Uruguay, ideada por Francisco Piria, es uno de los destinos más convocantes al momento de hacer una break en la vorágine del año para tomarse un descanso. El mérito de Piriápolis es presentarse como una opción clásica y moderna.
Sus cerros, bulevares y playas, se consolidan como una gran atracción turística que crece a través del tiempo.