Como compositora tiene una gran apertura musical y le agradan los desafíos. Es por eso que decidió incorporar en sus composiciones elementos muy disimiles para combinarlos de forma mágica. La apuesta que iba a realizar era muy fuerte. Tenía que haber una diferencia sustancial  para que no se considerara una continuación de Blitz. Su trabajo consistía en el desarrollo de un concepto musical propio, abarcador e internacional. Un estilo que la identificara.
Para ello estuvo durante cuatro años estudiando música y componiendo. Armando el mecanismo de relojería que iban a ser sus shows. Esa etapa, tan intensa como fructífera, la realizó en compañía de profesionales muy talentosos, los cuales considera como sus referentes: Fausto Borel Cardoso, conocido como Fausto Fawcett, Carlos Laufer y Sergio Mekler.
Con la determinación que la caracteriza volvió a subirse nuevamente a los escenarios pero esta vez con toda la responsabilidad que implica ser cantante solista. La mixtura de sonidos de sus shows, cada vez más frecuentes, daban cuenta que el estilo Abreu se iba perfilando hacia un “funk glamoroso”.