Es bueno saber, si van a viajar a este destino a donde ir si es que viajan solos o con niños, ya que estas islas tienen dos estilos de vida muy distintos, uno animado y turístico en las islas de New Providence y Gran Bahama, y otra paradisíaca e íntima en las islas exteriores, de las cuales sólo unas 30 están habitadas.
En New Providence que es la capital podemos encontrar lujosos complejos construidos al más puro estilo americano. En Paradise Island merece la pena visitar el hotel Atlantis que cuenta con una de las suites más caras del mundo, un gigantesco acuario con mantarayas y todo tipo de tiburones, un casino, parque de atracciones y todo el lujo que podamos imaginar.
Como contrapunto, el resto de la isla es mucho más tranquilo y se puede disfrutar de playas desiertas y pintorescos paisajes dignos de una isla de ensueño.
Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia.
Enrique Jardiel PoncelaEscritor español.
Al suroeste de la isla se encuentra Stuart Cove´s. Este centro fue pionero en la organización de feeding con grandes grupos de tiburones, así que lo ideal es contratar un paquete turístico de 5 días, de los cuales dos los dedique exclusivamente a bucear con los escualos.
Varias películas de James Bond se han filmado en las Bahamas. La más memorable es la batalla en las cuevas submarinas de los cayos de Exuma, del film de 1965. Desde entonces las grutas son más conocidas como las Grutas Thunderball (título de la película). Sean Connery regresó en 1983 para el film Never say never again (Nunca digas Nunca jamás). Las Bahamas volvieron a ser parte vital del escenario de Bond en 2006 cuando se filmó Casino Royal. El protagonista de ese entonces era Daniel Craig.
Así que si uno concurre a esas playas de ensueño lo más apropiado es pedir al Bartender un vodka con Martini seco, mezclado no agitado para estar a tono con el universo Bond.
