Un top ten de lugares increíbles. Ideal para viajeros ávidos de conocer las maravillas del mundo.
Un pueblo sobre las nubes
Nagarkot – Nepal
Nagarkot se encuentra a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Está rodeado de colinas boscosas de pinos, generando una vista excepcional. El único sonido proviene del viento y de las hojas susurrando.
La puerta de entrada al pueblo está por encima de las nubes. La imagen es impactante.
En un día claro se puede ver desde allí la punta del monte Everest (8.848 m).
La población es de 3500 habitantes. Cultivan en las laderas de las escarpadas montañas, en terrazas, de la misma manera que lo hacían sus antepasados, hace siglos.
Para apreciar aún mas su majestuosidad se recomienda ver la salida del sol sobre las montañas.
La cueva de la muerte
Gouffre Berger – Francia
La denominan La cueva de la muerte porque gran cantidad de expeolólogos han perdido la vida en ese lugar.
Se encuentra ubicada al sur-este de Francia. Tiene más de 1.200 metros de profundidad y posee un magnifico lago en su interior.
Lleva originalmente el nombre de Gouffre Berger en honor a su descubridor.
Las lluvias representan gran peligrosidad, ya que al hacerlo copiosamente, se inunda rápidamente, atrapando a toda persona que se encuentra en su interior.
Zhangjiajie: La montaña de la puerta del cielo
Hunan – China
Denominan la Puerta del Cielo a una majestuosa abertura creada por la naturaleza en las altas cumbres escarpadas.
Se puede acceder al lugar por medio de una carretera serpenteante que llega prácticamente hasta la base de las escaleras. También hay teleféricos de más de 7 kilómetros que funcionan durante todo el año.
En ese mismo lugar se encuentra la escalera de cristal, un gran puente de vidrio situado a 4700 metros en la montaña conocida como Tianmen (cuya traducción es montaña de puerta celestial). El puente tiene una longitud de 60 metros.
La experiencia es fantástica aunque no apta para personas impresionables.
El Cráter de Darvaza
Turkmenistán – Asia Central
El pozo o cráter de Darvaza, popularmente conocido como Puerta al Infierno, fue descubierto en los 70s por un grupo de geólogos de la Unión Soviética. Tiene 60 metros de diámetro y 20 de profundidad.
El cráter se originó cuando el techo de la caverna colapsó tras una excavación, en momentos que realizaban una circunferencia en el lugar donde se encontraba una gran reserva de gas natural.
Teniendo en cuenta la constante salida de gas natural, decidieron encenderlo y mantenerlo así, a fin de evitar la intoxicación de humanos y animales.
Las aguas termales de sangre
Beppu – Japón
Beppu es una Ciudad de La isla de Kyūshū, en Japón. Es considerada como la capital de los onsen (aguas termales de origen volcánico). Las mismas comprenden 9 espectaculares termas naturales.
El color rojizo se debe al alto contenido en hierro del agua caliente.
Las termas sangrientas, como se las conoce, cuentan con una gran vertiente de aguas termales que provienen del interior de la tierra.
Sus propiedades curativas son conocidas desde el siglo VIII. Cuenta la leyenda que el Samurai Yoriyasu, llevó a sus aguas a los soldados heridos durante las guerras contra los mongoles.
El río hirviente
Mayantuyacu – Perú
En el interior de la selva peruana se encuentra el Mayantuyacu, un río considerado sagrado. Sus aguas alcanzan temperaturas de hasta 89°. En algunas zonas la temperatura es tan alta que es imposible acercarse a la orilla. Los indígenas lo llaman “Shanay-timpishka”, nombre en quechua que significa “hervido con el calor del sol”.
Es frecuentada por chamanes, ellos creen que el agua caliente se libera por una serpiente gigante llamada yacumama, “Madre de las Aguas”, que es representado por una gran roca en las cabeceras del río.
El paisaje es casi surreal, una neblina blanca y densa lo cubre todo. La vegetación crece exuberante en la ribera. A través de las nubes bajas se aprecian varias piscinas termales y cascadas de más de 6 metros de altura.
Luego de varios años de investigación los científicos concluyeron que el agua toma temperatura al filtrarse por las grietas y fallas de la corteza terrestre, produciéndose el fenómeno de aguas termales al llegar a la superficie.
Los templos de Angkor
Siem Reap – Camboya
Los templos de Angkor fueron construidos en arenisca entre los siglos IX y XIII. Muchos de ellos se encuentran prácticamente ocultos en la espesura de la jungla.
Los más cercanos son Angkor Wat, Angkor Thom, Bayón o Banteay Srei. Pero hay muchos más, como el misterioso Beng Mealea, a casi 70 kilómetros de los templos principales.
Angkor Wat se ha convertido en un símbolo de Camboya, al punto tal de figurar en la bandera de su país.
Es uno de los lugares místicos más impresionantes del planeta.
Cuevas de Hielo de Eisriesenwelt
Austria
Se encuentran situadas en las montañas de la ciudad de Werfen, cerca de Salzburgo, Austria.
Las cuevas incluyen las grutas de hielo más grande del mundo.
Datan de miles de años. Fueron descubiertas en 1849. Se extienden sobre más de 40 km. Se localizan a más de 1.600 metros de altura, adonde se puede llegar escalando, a través de un teleférico o en autobús partiendo desde Werfen.
El primer tramo, de aproximadamente 1 km de longitud, está cubierto por impresionantes formaciones de hielo. Es un gran laberinto con una serie de cavernas, cada una identificada con un nombre. El lugar ha sido declarado monumento nacional.
El bosque de Piedra
Yunnan – China
Conocida como “la primera maravilla del mundo” El bosque de piedra de Shilin está situado a 86 km al sur de Kunming.
Hace miles de años el lugar se encontraba cubierto por mar. Con el corrrer del tiempo las aguas fueron despareciendo, dejando completamente visible esta increíble y enorme zona de roca kárstica, que abarca unos 400 km2 de extensión.
Con el tiempo se han ido creando senderos, pasadizos y puentes para facilitar el acceso a los visitantes.
En 2007 fué declarado Patrimonio de la Humanidad.
Piscinas en formaciones naturales
Pamukkale – Turquía
Pamukkale significa “castillo de algodón”. En ese lugar se hallan grandes piscinas en terrazas que datan del año 190 AC.
Se trata de curiosas formaciones naturales, generadas por movimientos de placas tectónicas.
Como consecuencia de ello, brotaron las aguas termales con bicarbonato de calcio en la superficie, y un alto contenido en “creta”, una roca sedimentaria que cuando se solidifica genera capas creando estas formaciones piscinas.
Las mismas se encuentran rodeadas de color blanco y su textura se asemeja al algodón.
Los grecorromanos levantaron un pueblo en la zona más alta al que denominaron Hierápolis (Ciudad Sagrada), por los poderes curativos que le atribuían a las aguas blancas.
